Son más grandes que la fresa, pero tan dulces y refrescantes como ésta. Aprovechando que están en plena temporada, te contamos qué aportan, cómo comprarlos, con qué combinarlos…

De marzo a junio se encuentran en su mejor momento, aunque gracias al cultivo en invernaderos, podemos encontrarlos en los mercados en casi cualquier época del año, a un precio más elevado, claro.

Existen más de mil variedades de esta deliciosa fruta debido a los numerosos cruces que se llevan a cabo entre unas especies y otras. En España, Huelva es la provincia con mayor producción de fresones; de hecho, la suya supone el 65% del total nacional.

Se caracterizan por su intenso aroma y su carne jugosa y dulce. Debido a su alto contenido en potasio y bajo en sodio, resultan muy recomendables para aquellos que sufren de hipertensión arterial, afecciones de los vasos sanguíneos o del corazón.

No es del todo infrecuente que produzcan reacciones alérgicas en determinadas personas, normalmente cutáneas (urticaria).

Se trata de una fruta muy delicada que se estropea con suma facilidad, por eso conviene no manipularla en exceso y tampoco exponerla al calor.

La humedad también le perjudica, por lo que, para consumirla en el mejor estado posible, conviene lavar las piezas en el último momento, justo antes de quitarles las hojitas, y sin dejarlas en remojo. Así evitaremos, además, que pierdan su jugo y con él, parte del sabor y los nutrientes que contienen.

Saluvi tiene sus propuestas

• Mezcladas con vingre y panela (o estevia si estas en programa de pérdida de peso), receta incluida en nuestro recetario.
• Se combinan con leche, yogur y queso fresco desnatado si queremos mantener la línea.
• Con zumo de naranja y panela (azúcar morena sin refinar) son un estupendo cóctel de vitaminas.
• Y para adultos, con panela, una pizca de canela y bañadas en un buen vino tinto son una auténtica delicia.

PARA ELEGIRLOS Y CONSERVARLO:

Los mejores son los frutos gruesos, de color rojo intenso y brillante, y con las hojas verdes y tersas, muestra indiscutible de frescura. No retires el rabito hasta justo antes de consumirlos.

Son muy delicados y se estropean en poco tiempo. Por eso conviene consumirlos recién comprado, como mucho, 2 días después.

Guárdalos dentro del frigorífico, en un recipiente tapado y lo más extendidos posible, para que unos no aplasten a los otros con su peso.

PARA SACARLES TODO SU JUGO:

Si los vas a servir de postre, solo o en macedonia, trocéalos, rocíalos con unas gotas de vinagre y espolvoréalos con azúcar. Les darás un toque especial y soltarán mucho más jugo.

Cuando tengas que pasarlos por la batidora, tritúralos solamente lo justo, porque si lo haces demasiado, cambian de color y quedan demasiado líquidos.

Además de todos estos consejos, en Saluvi te damos una receta para que prepares esta fruta tan deliciosa de una manera diferente y novedosa.

BAVAROISES DE FRESÓN

Ingredientes (4 personas):

• 300 g Fresa/fresón
• 60 g Azúcar
• 2 claras de huevo
• Ralladura de un limón
• 6 hojas de gelatina neutra
• 100 ml Leche desnatada
• 150 ml Leche evaporada
• 1 ramita de canela
• Sal

Forma de elaboración:

Colocar 6 hojas de gelatina neutra en un plato hondo, cubrirlas con agua fría y déjalas reposar para que se ablanden.

Lavar y secar un limón, rallar su cáscara y reservar.

Lavar las fresas/fresones (reserva unas cuantas para decorar), retirar las hojas y trocear por la mitad, ponerlos en el vaso de la batidora y triturar hasta obtener un puré homogéneo (puedes pasarlo por un colador de malla fina para eliminar las pepitas). Añade el azúcar y la ralladura del limón y remover.

En un cazo calentar la leche con una ramita de canela, dejar hasta que hierva y apartar.

Escurrir la gelatina y añadirla a la leche. Remover hasta que se disuelva y retira la canela cuando se haya enfriado. Añadir la leche y la gelatina al puré de las fresas y trocear las fresas que reservamos.

Mezclar todo.

Para montar la leche evaporada como la nata es necesario dejarla 24 horas antes en la nevera para que esté muy fría. Montar la leche evaporada con una pizca de sal y unas gotas de limón. Incorporar la leche evaporada montada poco a poco y removiendo a la mezcla de las fresas. Rellenamos los moldes y dejamos en el frigorífico 3 ó 4 horas para que la gelatina cuaje bien. Desmoldar y servir.